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Carrera y Reflexiones

Compaginar Estudios y Trabajo en el Sector Tecnológico: Mi Experiencia y Consejos

Combinar un doble grado universitario con un trabajo como desarrollador full stack puede sonar a locura… y a veces lo es. Pero también es una de las experiencias más enriquecedoras que he vivido.

Actualmente estudio un doble grado en Administración de Empresas Tecnológicas (ADET) e Ingeniería Informática en la Universidad Pontificia de Salamanca. Por las mañanas estoy en clase, y por las tardes desarrollo un ERP a medida para la empresa FARAMAX, donde formo parte del equipo técnico desde hace casi tres años. Es un ritmo exigente, pero también muy satisfactorio.

Los desafíos de compaginar estudios y trabajo

Uno de los mayores retos ha sido aprender a gestionar bien mi tiempo y mi energía. Hay semanas en las que el cansancio se nota y cuesta mantener la concentración tanto en clase como en el código. Estudiar asignaturas exigentes como estadística o sistemas distribuidos mientras resuelvo bugs en producción no siempre es fácil, especialmente cuando los plazos se acumulan en ambos mundos.

También he tenido que aceptar que no puedo hacerlo todo perfecto. Algunas entregas no salen como me gustaría o algún commit llega más tarde de lo planeado, y eso es parte del proceso.

Lo que me ha funcionado

He tenido que diseñar una rutina muy ajustada para poder rendir en ambas áreas. Algunos hábitos que me han ayudado son:

  • Planificación semanal clara: Uso herramientas como Google Calendar y Notion para organizarme. Dedico un rato los domingos a planificar la semana entera, con bloques reservados para clases, trabajo y estudio individual.
  • Tareas por energía, no solo por prioridad: Si un día estoy más fresco por la mañana, intento reservar tareas complejas como diseñar una arquitectura o estudiar temas pesados. Si estoy más cansado, me centro en tareas más mecánicas como documentar código o repasar teoría.
  • Comunicación sincera con el equipo: En FARAMAX tengo la suerte de trabajar en un equipo que entiende mi situación y confía en mí. Saber decir “esta semana voy justo” ha sido clave para evitar saturarme.

Aprendizaje aplicado en tiempo real

Uno de los mayores beneficios de trabajar mientras estudio es poder aplicar de forma inmediata lo aprendido. Conceptos que otros compañeros solo ven en abstracto, yo los vivo directamente en proyectos reales.

Por ejemplo, estudiar bases de datos y al mismo tiempo diseñar estructuras en MariaDB para nuestro ERP me ha ayudado a consolidar conocimientos muy rápido. También he mejorado mucho mi capacidad para priorizar tareas y ver cómo se conectan las decisiones técnicas con los objetivos del negocio, gracias al enfoque multidisciplinar de ADET.

Sobre el burnout (y cómo evitarlo)

Hubo un momento en el que sentí una desmotivación total. La acumulación de entregas, la presión por rendir en el trabajo y la falta de descanso me pasaron factura. Me di cuenta a tiempo, ajusté mi ritmo, hablé con mi entorno y aprendí a respetar más mis límites.

No volví a experimentar ese nivel de agotamiento, pero desde entonces soy más consciente de su riesgo. Mi recomendación es clara: si notas síntomas de burnout, habla con alguien de confianza y no dudes en buscar ayuda profesional. Yo tuve la suerte de gestionarlo sin llegar a ese punto, pero no siempre es así. ¡Desconecta de vez en cuando!

Consejos para estudiantes que se plantean trabajar

Si estás estudiando y te estás planteando trabajar, aquí van algunos consejos desde mi experiencia:

  1. Evalúa bien tu carga académica: no todos los semestres son iguales. Empieza poco a poco y ajusta.
  2. Elige un trabajo flexible: un entorno que entienda tu situación académica marca la diferencia.
  3. Aprende a decir que no: no tienes que aceptar todas las tareas, prácticas o proyectos si eso va a perjudicar tu salud mental.
  4. Duerme y desconecta: no subestimes el poder del descanso. A veces avanzar implica parar.
  5. Celebra los logros, por pequeños que sean: terminar una semana complicada ya es un logro.

Combinar estudios y trabajo no es para todo el mundo, pero si te apasiona lo que haces y te organizas bien, puede convertirse en una gran ventaja profesional y personal. Para mí, ha sido una oportunidad de crecimiento que me ha preparado para afrontar desafíos con más confianza y perspectiva.